Por qué
Rubén Sola Gil
Nos beneficiamos continuamente de cosas que otros crearon. Escribo esto desde un ordenador que no diseñé, utilizando un lenguaje que no inventé, sentado en una silla que no fabriqué. Me gusta la idea de intentar devolver algo en forma de ayuda a otras personas.
Teniendo las necesidades básicas cubiertas, creo que lo mejor que podemos hacer por alguien es ayudarle a mejorar la relación con las personas de su entorno.
Tengo la convicción, y esta idea no es nueva, de que el área social es la más importante en nuestra vida. Las conversaciones que tenemos y las relaciones sociales que construimos son la base sobre la que ocurren el resto de cosas. No es nada separado de nuestras ambiciones, preocupaciones, alegrías y tristezas, sino un catalizador o un colchón de las mismas.
La mayoría de nosotros ya sabemos esto, pero la vida nos acaba arrollando y dejamos de atender a las cosas importantes por estar ocupados con otras menos relevantes.
Así es como dejamos de tener conversaciones que vale la pena tener y conformándonos con relaciones no tan satisfactorias como podrían serlo.
Hice la primera baraja de El Juego con el objetivo de evitar este problema en mi vida personal. Las 50 cartas que incluye El Juego son preguntas que quería hacerle a mi viejo. Descubrí que esta era una buena forma de asegurarme que tenía esas conversaciones sin dejar a la suerte que decidiera si acabábamos hablando de estos temas o no.
Además, cuando otras personas empezaron a probar el juego y me contaron sus experiencias, me di cuenta de que hay una característica que hace que este juego sea mucho más de lo que esperaba que fuera:
Algo en el contexto de “juego” hace que las conversaciones importantes se den de forma más sencilla. Es como si las personas necesitaran un “por qué” que justificara el que hablen de las cosas que consideran importantes y el contexto de “juego” les sirviera como ese por qué.
Esto facilita muchísimo que las conversaciones importantes se den, y surjan conversaciones que de otra manera no surgirían nunca.
Hay algo tremendamente valioso en las buenas conversaciones que la mayoría de personas no ha descubierto aún. Creo que las conversaciones son el medio menos exigente para mejorar nuestras relaciones sociales. Todo vínculo necesita un grado de confianza para ser relevante y confío en que las conversaciones son el medio perfecto para construir dicha confianza.
El motor de Barullo es la creencia de que las buenas conversaciones llevan a mejores relaciones, y tener mejores relaciones, a una vida más satisfactoria.
Es imposible sobreestimar la importancia que las relaciones sociales tienen en nuestras vidas. Cualquier mejora, por muy pequeña que sea, puede generar un impacto enorme en millones de personas como tú.
Notas:
- La foto de este texto es una captura de pantalla de un discurso de Steve Jobs en Aspin. El inicio de este texto está inspirado en una parte de su discurso:
Most of us didn’t make the clothes we’re wearing, and we didn’t cook or grow the food that we eat. And we’re speaking a language that was developed by other people. We use a mathematics that was developed by other people. We are constantly taking. And the ability to put something back into that pool of human experience is extremely neat.